PROGRAMACIÓN NEUROLINUGISTICA

Hace tiempo en un curso me hablaron acerca del esfuerzo, mencionaron que las cosas deben hacerse poniendo "entusiasmo" a aquello que realizo todos los días; el entusiasmo motiva me dijeron, durante algún tiempo adopté esta filosofía, pero el hecho es que a inicios de este año comencé a ver las cosas de manera diferente, ya no me pareció tan lógico este hecho (las personas evolucionamos y cambiamos constantemente) y empecé a encontrar ciertos elementos que me hacen pensar de manera distinta, aquí mi propuesta sobre el modo como debemos ver al esfuerzo, por supuesto que se vale no estar de acuerdo.

Por principio de cuentas no debemos tener miedo a esforzarnos, las cosas que verdaderamente valoramos en la vida son aquellas que no se nos dieron de manera fácil, las que implicaron un reto ya sea a nivel personal o de aprendizaje, aquellas a las que tuvimos que poner especial interés y por supuesto aquellas que nos llevó tiempo lograr; partiendo entonces de esta premisa, lo que nos hace esforzarnos al final nos premia con un logro importante o lo que es lo mismo, esforzarme me hace sentir bien.

Por otra parte, el esfuerzo no está peleado con el entusiasmo, de hecho una de las características del primero es que requiere de mucha pasión, pero también de mucho entusiasmo, amor al triunfo, espíritu de pelea y por supuesto una meta bien trazada una de las herramientas más importantes para la programación neurolingüística, entonces, pongamos manos a la obra y comencemos a esforzarnos por aquello que en realidad queremos, sentaditos en casa no va a suceder nunca.

Quizás por eso resultó al final que quien me hablaba de hacer todo en entusiasmo terminó por caer en su propia trampa, le faltó esfuerzo, pasión, entrega y mucha congruencia para que las cosas fueran como se manejan en el curso, el ego no implica esfuerzo sino un gran, gran entusiasmo que nos lleve a creernos que siempre tenemos la razón, por lo tanto, conservo la idea de que una sonrisa en el rostro es el mejor maquillaje que una persona puede utilizar, pero no para que se convierta en una máscara sino porque realmente hay que salir a la calle a sumar, a agradecer a quien nos ayuda, apoyar a quien nos necesita, enseñar a quien quiere aprender de nosotros y tomar los consejos y aprendizajes de aquellos que en definitiva tienen un mayor conocimiento de la vida.

Este año lo comencé esforzándome, poniéndome metas que me están costando tiempo, dinero, paciencia y a las que les estoy inyectando entusiasmo, pero también credibilidad y mucha pasión.

Creer que las cosas se me van a dar simplemente porque me las merezco me parece un argumento simplista, sé que si quiero algo nadie va a ir a ponerlo a mi banqueta para que yo lo tome, soy mis resultados, soy lo que decido ser y sobre todo soy lo que me esfuerzo en lograr y no me refiero solo a la parte laboral sino a la personal, familiar, a mis relaciones de amistad.