LISTA
LA TÉCNICA DEL ANCLAJE
El anclaje es una de las técnicas de PNL que ayudan a situarse en un estado emocional en concreto.
Inconscientemente a menudo estamos expuestos a anclajes, por ejemplo
podemos escuchar una canción y tener un estado emocional determinado, porque esa música nos recuerda alguna situación, entonces al escuchar esas notas, nuestras emociones retornan a ese estado en que estaban en ese momento.
También al oler un perfume o aroma, podemos recordar algo del pasado y entrar en el mismo estado emocional que tuvimos.
Si en una situación negativa tuvo un olor en concreto, si luego volvemos a oler el mismo aroma en otro sitio agradable, sentiremos malestar, porque ya tendríamos el anclaje anterior, y ese olor estará vinculado a negatividad.
Podemos crear anclajes para tener buenos estados emocionales. Para ello sigamos los dos puntos siguientes.
El primer paso sería identificar el estado emocional que queremos estar cuando se lleve a cabo el anclaje.
Lo más habitual demandado, es volver a estar en un estado de tranquilidad, bienestar, paz, o bien, obtener un estado de alegría y euforia. Solemos desear pasar de un estado negativo a otro positivo.
Es importante que nos centremos en lo que realmente deseamos obtener, y no en lo que no queremos, por ejemplo, sería un error pensar “no quiero estar nervioso” ya que el cerebro no identifica la negación y se queda con la palabra nervioso.
Si nos ponemos a pensar “no quiero ver un gato amarillo”, seguramente la mente creará en la imaginación a ese gato amarillo, por ello dejemos las negaciones de lado y centrarnos en lo que sí deseamos.
Cambiar la negación “no quiero estar nervioso” por la afirmación “quiero estar tranquilo”.
Por ejemplo vamos a crear un anclaje para relajarnos y poder dormir bien por las noches. Una vez tenemos claro que queremos crear un estado de relajación pasamos al siguiente punto.
El siguiente paso sería pensar en alguna situación de nuestras vidas donde hayamos tenido ese estado emocional que deseamos obtener.
Por ejemplo, queremos relajarnos para dormir por la noche. Hay que detectar algún día del pasado, donde hayamos estado muy relajados e imaginar esa situación lo más detallada posible.
A la vez que imaginamos ese día relajante, hay que poner la mano en el pecho, así la mente asocia ese movimiento de poner la mano en el pecho con la situación que vas a imaginar.
Cuantos más detalles se pongan en la imaginación y más veces se repita el ejercicio, mejor funcionará.
La técnica del anclaje no hace milagros, pero sí contribuye en un alto grado al bienestar, ya que la mente es el motor que domina al cuerpo.
Todos estos temas forman parte de mi libro.